París es una ciudad magnífica que ofrece miles de cosas que hacer. Si es tu primera vez en la ciudad probablemente quieras ver los clásicos como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, el Louvre entre otras atracciones turísticas. Sin embargo, si no es tu primera vez en la ciudad de la luz o tienes algo más de tiempo para disfrutarla quizás quieras meter en tu itinerario alguna que otra actividad no tan conocida. Por ello, este post estará dedicado a estas actividades que personalmente me hubiera gustado incorporar en mi último viaje a París y no pude por falta de información / planificación o a estas actividades que me alegré de haber hecho pero que no aparecen en todas las guías de viaje. Así que empecemos, 3 cosas no tan conocidas que hacer en París y alrededores:
1. Visitar las catacumbas
He estado en París multiple veces pero en las catacumbas tan solo en mi última visita el verano pasado (2022). Me alegro mucho de haber ido y sin duda volveré en cuanto me sea posible. Personalmente las catacumbas me resultan fascinantes, no solo por como se ven y por como se siente el recorrerlas sino también por la historia detrás de ellas. Sin embargo, soy consciente de que no es una actividad para todos los gustos ya que es un lugar algo macabro pero si te va este tipo de cosas no dudaría en ir ni un solo segundo.
Si te decides a ir, entonces te recomiendo que intentes comprar las entradas por adelanatado ya que suelen agotarse bastante rápido por el aforo limitado. Las entradas para adultos cuestan unos 29€, son algo caras, pero en mi opinión es una experiencia que merece la pena. El ticket te da acceso a las catacumbas en si y a una pequeña sección con información histórica sobre las mismas. Además, incluye una audioguia aunque puedes recorrer las catacumbas a tu propio ritmo y sin prisas. Y un último consejo, si al final decides ir, recuerda llevarte un abrigo, a tantos metros bajo el suelo no hace tanto calor como en la superficie.
2. Ir a la pastelería en la que se basa Ladybug
Supongo que muchos ya cononcereís la popular serie llamada “Miraculous: las aventuras de Ladybug”, es una serie de televisión francesa dedicada a niños y jóvenes. Si sois fans quizás os alegre saber que la pastelería que tienen los padres de Marinette se basa en una pastelería de verdad. Se llama “Boris Lume Patisserie Boulangerie” y está localizada cerca de Montmartre, en París. La pastelería no tiene ninguna clase de referencia sobre la serie y aunque su interior es más pequeño y no se asemeja al de los dibujos animados, su fachada exterior es identica a la de la serie,.
Aunque yo no sea personalmente fan de la serie, disfruté mucho de la visita ya que al fin y al cabo sigue siendo una pastelería muy mona y coqueta y fue muy agradable ver como se le iluminaba la cara a aquellos de mis amigos que eran más fans de la serie. Lastimamente, no tengo muy buenas fotos de la pastelería para mostraros pero es sin duda un lugar original que visitar en París y además viene con la ventaja de que sus dulces están muy buenos.
3. Visitar L’Atelier des Lumières
París es famosa por sus museos y famosas exposiciones de arte. La mayoría de las exposiciones artísticas en la ciudad son bastante tradicionales, en el sentido en que son básicamente paredes blancas sosteniendo hermosas obras de arte, sin embargo en “L’Atelier des Lumières” te puedes encontrar una exposición artística algo más peculiar. En vez, de observar cuadros de lejos, en este museo proyectan famosas obras de arte en movimiento en el interior de su recinto con proyectores de alta calidad. Todo esto va acompañado de música, comvirtiendolo en una experiencia completamente inmersiva. Es una forma nueva y original de apreciar el arte de grandes pintores que enamorará incluso a aquellos que no sean fan del arte.
Yo, personalmente, os recomiendo ir, es una experiencia única. Sin embargo, he de decir que yo nunca he podido ir, esto se debe a que en la mayoría de mis visitas ni siquiera sabía de la existencia de este museo y en mi última visita a París, una vez había descubierto este sitio, por falta de organización no pude ir. Sin embargo, sí que he ido a la versión de este museo que se encuentra en Ámsterdam (Fabrique des Lumières) y me dejó maravillada. De hecho, a pesar de su reducido tamaño me pasé horas y horas reviendo lo mismo de lo mucho que me fascinó el museo.